Asma Felina
Por: Dra. Paulina Valero
Especialista en Medicina Respiratoria
¿Qué es?
Enfermedad inflamatoria crónica y que reaparece caracterizada por hiperreactividad del árbol traqueobronquial frente a diversos estímulos, que produce episodios reversibles de broncoconstricción.
Pronóstico
Bueno si es diagnosticado y tratado en estadios iniciales, tardíamente puede generar cambios crónicos a nivel pulmonar y en bronquios lo que dificulta su tratamiento.
Prevalencia
Alta, estimada entre 1 a 5% de la población felina. Puede presentarse a cualquier edad pero principalmente entre los 2 y 10 años, sin predilección sexual.
Etiología
Se ha demostrado que en los gatos se trata de una enfermedad de base alérgica inmunomediada.
Signos
Tos, sibilancias e intolerancia al ejercicio (paciente típico excedido de peso u obeso y realiza poca actividad física). Son el resultado de la disminución del pasaje del aire por las vías aéreas, que están estrechas por el excesivo acúmulo de mucus y edema de las paredes, además de la broncoconstricción.
Signo principal es la tos crónica, puede ser confundida con los tutores con arcadas, ronquidos, disnea (dificultad para respirar) o el intento de eliminación de bolas de pelo.
Pueden tener crisis aguda con dificultad respiratoria, respiración a boca abierta, taquipnea (aumento de la frecuencia respiratoria), cianosis (coloración azulada de mucosas por falta de oxigenación).
Estadificación
Grado 1: signos intermitentes
Grado 2: leves
Grado 3: moderados
Grado 4: severos
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en antecedentes, signos clínicos y hallazgos radiográficos (patrón bronquial evidente por engrosamiento de sus paredes “signo de dona”. Sin embargo, la ausencia de cambios radiográficos no descarta la presencia de asma, entonces en estos casos el diagnóstico se basa en signos clínicos compatibles y respuesta favorable al tratamiento.
Tratamiento
La cura del asma es prácticamente imposible, a no ser que se identifique uno o pocos alérgenos e irritantes que desencadenan la signología. Evitar aerosoles, humo de cigarro, sahumerios, pasar aspiradora, evitar polvo y ventilación de los hogares.
Importante controlar el peso del paciente ya que ejercen mayor dificultad para poder respirar. Se pueden realizar nebulizaciones (humidificación con vapor).
Utilización de corticoides y broncodilatadores, a través de aerocámaras. Los corticoides resultan indispensables para el tratamiento de inflamación crónica de la vía aérea, ya que reducen la producción de secreciones que pueden obstruir y dificultar el paso del aire.
En situación de distrés respiratorio severo, se requiere hospitalización, oxigenoterapia, dexametasona vía endovenosa, nebulizaciones, antibioticoterapia solo en caso de haber firmes indicios de infección bacteriana concomitante.